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Estafados 225.000 euros en criptomonedas en Ourense en tres meses

Las ciberestafas son un tipo de delincuencia que está en auge y que no entiende de fronteras. Dentro de ellas, las relativas a criptomonedas están experimentando un crecimiento en la provincia de Ourense. En el primer trimestre de 2025, las denuncias por fraudes con estas monedas digitales han experimentado un importante incremento del 100% respecto al mismo periodo del año anterior. Solo en tres meses, han supuesto un perjuicio económico para los ourensanos de 225.000 euros, según reflejan los datos proporcionados por el Equipo @, formado por agentes de la Guardia Civil que se encargan de luchar contra las ciberestafas.

“El principal riesgo que tenemos con las criptomonedas es la necesidad de educación”, señala Antonio Vázquez

Los fraudes con criptomonedas suelen ser de un alto valor y las víctimas acostumbran tener estudios avanzados, lo cual no impide que caigan en estos engaños. Este activo financiero está descentralizado, ya que no son controlados ni respaldados por ningún banco central, y sus intercambios no requieren de intermediarios. Actualmente, existen más de 9.000 criptomonedas en el mercado, siendo las más populares bitcoin y ethereum.

Estafas con Criptomonedas cada vez son más comunes
Estafas con Criptomonedas cada vez son más comunes

“El principal riesgo que tenemos con las criptomonedas es la necesidad de educación. La mayor parte de las víctimas es gente que se quiere hacer millonaria rápidamente y que desconoce este tema”, explica Antonio Vázquez, sargento del Equipo @ de la Guardia Civil de Ourense.

Modus operandi

Habitualmente el estafador contacta con la víctima por primera vez mediante las redes sociales o a través de un anuncio online al que esta haya accedido, que funcionan como plataformas gancho. Tienen la apariencia de un portal de inversiones legítimo e incluso en ocasiones son una copia de uno, pero lo único real es que su finalidad es conseguir que la víctima se crea que está invirtiendo y deposite su dinero ciegamente.

En la primera fase, el estafador logra que la víctima invierta una pequeña cantidad de dinero, unos cientos de euros, obteniendo a los pocos días una supuesta rentabilidad superior al 100%.

Una de las mayores dificultades a la hora de investigar es el anonimato que brindan estas monedas digitales

Sin embargo, esto no es más que un cebo para conseguir que confíe y sacarle más dinero. Una vez logra captar la atención de la víctima, los ciberdelincuentes buscan conseguir que abra una cuenta en una página web de compra-venta de criptomonedas y que instale en su ordenador o teléfono móvil una aplicación de acceso remoto.

En el momento en el que el perjudicado envía el dinero a la dirección que le mandan, este se ha perdido, ya que acaba en una red de carteras del estafador para dificultar el rastreo. Sin embargo, el fraude aún continúa.

Tras realizar la primera transferencia, los delincuentes llevan a cabo un señuelo. La víctima ve el saldo de la plataforma trading como si pudiera operar con él, pero esto no es más que una mentira. En muchas ocasiones es el estafador quien realiza las inversiones por cuenta de la víctima por lo que esta va viendo como el saldo va aumentando y con ello se confía todavía más. A veces, si lo depositado no es sustancial, los estafadores permiten a la víctima hacer una retirada de los fondos más los supuestos beneficios para animarla a depositar más.

Retirada de dinero

A la hora de retirar el dinero, la víctima se encontrará con diversos problemas que siempre se solucionarán de la misma forma: ingresando más dinero. Entre las excusas para convencer al perjudicado, es muy común fingir que son parte de las autoridades fiscales o financieras de otro país y que la víctima debe pagar un impuesto o una tasa para desbloquear sus fondos. Estas trabas las pondrán de forma continuada hasta que no logren que se les ingrese más capital o bien se acabe el contacto.

El calvario comienza para la víctima cuando ve que no llega ninguna de las ganancias prometidas y se da cuenta de que muy seguramente ha sido estafada y han perdido todo su dinero. Sin embargo, el engaño no siempre termina aquí. En ocasiones contactan con la víctima haciéndose pasar por un cuerpo policial extranjero o por un bufete de abogados que quiere interponer una demanda colectiva y les prometen que recuperaran sus fondos, eso sí, previo pago mediante criptomonedas.

Investigación

Una de las mayores dificultad que tienen los cuerpos policiales al investigar una estafa de este tipo es el anonimato que brindan estas monedas digitales, ya que, pese a que las transacciones se registran en un libro de contabilidad público (blockchain), las identidades de las partes involucradas no siempre son evidentes.

En este tipo de operaciones, los investigadores combinan las técnicas tradicionales con el uso de herramientas especializadas. Además, estos casos suelen ser una carrera contra el reloj, ya que los ladrones intentan lavar los fondos robados moviéndolos a través de múltiples billeteras o cambiándolos por otras criptomonedas.

Pese a que rastrear fondos es complejo, desde el Equipo aseguran que no es imposible. “Insistimos en la necesidad de denunciar para que los agentes puedan iniciar las investigaciones pertinentes e intentar cazar en la red a estos estafadores que desaparecen sin dejar huella”, asegura Antonio Vázquez.

Fuente: La Región ES

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